viernes, 30 de enero de 2009

Frotándose las manos


La película que presentaba ayer (Demolition woman), tuvo un pase en un medio digital (La Nación 29/01/2009 14:45h).
Los comentarios que siguieron, ilustran el meollo de este estado nuestro de las banderías.


Luis 29/01/2009 14:59h
Yo no podía tener mejor concepto de Esperanza Aguirre hasta que siguió el juego a Losantos y a Pedro J para cargarse al líder de su partido. Por supuesto que está desconcertado el electorado, pero ella sabe muy bien por qué: por las injustas críticas que recibe un día sí y otro también Rajoy en la COPE. Si triunfa la conspiración de Losantos y Pedro J., votaré a quien sea del PP, hay que echar a Zapatero, pero lo que están haciendo esos dos periodistas es lo más mezquino que he visto en los medios de la derecha.

Nuestro amigo el falangista CAFÉ sigue haciendo la guerra por su cuenta, y no pierde ocasión para barrenar los cimientos.

CAFÉ 29/01/2009 17:28h
La única posibilidad que tiene el PP y Esperanza, es que de un golpe de Estado en el PP por sorpresa y haga limpia. Pizarro, Cascos, San GIL, Vidal Cuadras y otros formarían un equipo serio, lo demás es marear la perdiz.

Un hombre, harto de tanta “mediocridad”, anima a los “buenos” a que se reorganicen en un nuevo partido. Sin duda es lo que necesita la España de las banderías, que de cada una de las sensibilidades o facciones existentes dentro de los partidos, surja un nuevo partido. Si no son capaces de convivir y entenderse dentro de los grandes partidos nacionales, seguro que esos nuevos partidos-facción –cuantos más mejor- llegarán luego a fundados y sólidos acuerdos y asegurarán el feliz gobierno de nuestra España grande.

ALLOGAR 29/01/2009 19:55h
El electorado no es que esté desconcertado sino que se está borrando. El PP, según propia confesión, ya no es un partido de derechas sino de centro sin que nadie haya sabido explicar a sus posibles votantes que es eso y que ventajas tiene sobre la derecha. Yo lo que no me explico ante esta debacle “popular” es que hacen dentro de ese partido tanta gente de valía, con ideas claras sobre España, economía, moralidad, administración, etc., cuando la creación de un nuevo partido que mantuviera firmes sus objetivos y creencias y fuera soporte de la verdadera derecha tendría tanto que decir y sobresalir en este mediocre escenario de la política actual.

Si Doña Aguirre, la “cólera del PP”, y sus fieles están desconcertados con lo que está pasando (a eso se llama mirar para otro lado), otros lo van teniendo bastante claro y la animan a reaccionar y a adentrarse por el buen camino.

Jaime 29/01/2009 19:57h
Señora Aguirre: No estamos desconcertados. Estamos hartos de su soberbia y pretensión de mandar en el PP caiga quien caiga, y aun el Partido. Dedíquese a gobernar con rigor la Comunidad de Madrid y que eso le sirva de aval a su política y a su gestión. Y deje de enredar en Caja Madrid, en el PP en general y hasta en el Ayuntamiento. ¡Ya está bien!… ¡Qué confundidos estábamos con usted hace un año!… Ya vamos conociéndola. Si de verdad se siente del PP y quiere el bien de España, deje de enredar, apoye a sus dirigentes en el Partido y gobierne la Comunidad de Madrid.

Pero cuando el espíritu de bandería domina, todo es visto con sospecha, y todos somos facciosos, fulleros y bandoleros a sueldo, frotándose las manos.

Norbertoalcolea 29/01/2009 20:18h
Creo que las críticas a Rajoy, las cosas de la “Aguirre” y el Gallardón y demás, benefician tanto a pepiño, a zetacero y a todos estos ladrones -dráculas del pueblo-, que lo único que pienso es que la psoe tiene pagada a la mitad de los que vierten tanta porquería, para que con la ayuda de per, subvenciones, enchufismo, etc, se perpetúe el zopenco y tardemos mucho en decir “zapatero a tus zapatos”. Cuando leo los comentarios, me da la sensación de que los que escribís, soy sociatas frotándose las manos.

El estado de las banderías


El efecto más visible en estos cinco años de la política de Zapatero ha sido la creciente partidización de la esfera pública y del Estado. El fiscal general, el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, todo parece estar sometido al juego y al dictado de los partidos políticos. También los medios de comunicación, aunque algunos van más allá y manifiestan un claro afán de imponer sus dictados y de mangonear en los partidos, favoreciendo el juego de facciones si es preciso.

Lejos de alentar una profundización en la democracia esta deriva se antoja, por el contrario, como un movimiento hacia atrás, que nos retrotrae a los inicios del lento y dificultoso proceso de afirmación histórica del Estado constitucional en España. Ese camino, siempre de largo recorrido, va de los partidos políticos al Estado de derecho. Por un extraño mecanismo, hemos vuelto a invertir la dirección y del Estado de derecho caminamos de nuevo al "estado de naturaleza" de las banderías (dentro del Estado residual al que nos conduce la política territorial de Zapatero). La lealtad es un valor que, de existir, sólo alcanza al espacio más estrecho de mis propios intereses personales o políticos.

Reproducimos la experiencia limitada de la primera praxis liberal española que acabó confundiendo de modo progresivo la sociedad con el Estado, la administración con el Ejecutivo, el Ministerio con el partido político, y éste identificado a su vez con una red de clientelas e intereses personales, atentos al Gobierno, que lo fue casi todo hasta muy entrado el siglo XIX. La situación ahora es más penosa porque se ha multiplicado por mucho el número de gobiernos. Con la colaboración de todos, estamos consiguiendo transformar el Estado de las Autonomías en el estado de las banderías. Pero no nos engañemos. El problema, mucho más que con la estructura del estado, tiene que ver con la crisis que padece nuestra cultura política.

¿Hasta dónde vamos a desandar el camino? El poder consigue mantener unido a un partido. No es difícil imaginar qué habría sido de Zapatero y cómo estaría el PSOE si hubiera perdido las últimas elecciones generales. La paciencia no es una virtud política y se hace aún más imposible cuando un partido retorna a la dinámica de las facciones o incluso al de las sociedades secretas, es decir a la prehistoria de la política democrática.

Esto es algo sobre lo que vale la pena reflexionar: políticos, partidos y medios de comunicación, tan predispuestos todos a convertir los más variopintos cenáculos en verdaderos centros decisorios y de poder, sin importarles en nombre de quién y qué legitimidad puedan tener para actuar así. Nada importa, si se consigue alcanzar la victoria y rendir y aniquilar al enemigo. Produce inquietud que la política pueda volver a ser el pasto de conspiradores y agitadores, que sólo buscan conseguir en la oscuridad y por vías fraudulentas lo que no son capaces de lograr a la luz del día y mediante un escrupuloso respeto de las reglas del juego.

jueves, 29 de enero de 2009

Demolition woman

Esta película no es nada futurista. Refleja el más vivo presente y evoca un pasado que se creía sepultado. El de la guerra de todos contra todos, que ilustró Hobbes, trasladado al principal partido de la oposición. Un estado ciertamente insoportable, y aún más, porque no se trata de una ficción sino de la más abrumadora realidad.

La protagonista femenina principal, una mujer con arrojo y experiencia que se cree de otro planeta y que está llamada a reinar en la constelación política popular, se ve sobresaltada en el ejercicio de sus responsabilidades de gobierno por una trama de espionaje que implica a varios de sus principales colaboradores. El contenido de la misma tiene que ver directamente con el desprestigio de quienes, siendo antes sus amigos políticos, acabaron por convertirse en sus principales adversarios por oponerse o cruzarse en su camino de ambición. Todo ello ante la sorpresa de quienes se supone que son sus verdaderos enemigos en la galaxia, y que no dejan lógicamente de explotar esta situación de conmoción interna que padecen los otros.

Al personaje le afecta indudablemente el fondo del asunto, y en cualquier mundo civilizado sería la primera interesada en proceder con transparencia. Sin embargo, emprende una huida destructiva. Se presenta como víctima de una conspiración (cuando la turbiedad procede de su propio entorno) y se revuelve contra todos, para hundirlos a todos con ella bajo los escombros. De Diana cazadora (desde las ultimas elecciones generales se había recreado en intentar derribar por medios oscuros al jefe de su partido político) se ha convertido en una pantera herida, y por ello mucho más peligrosa.

Nada detiene su furia. Contra todo arremete. Da credibilidad a las acusaciones similares efectuadas contra sus adversarios, aunque niegue los hechos propios. Maltrata al humilde y honesto tesorero de su partido, cuando ella intentó controlar la caja pública. Maniobra para convertir en falsario al mismo jefe político que le había advertido hacía tiempo que estuviera atenta a las actuaciones y negocios de algún colaborador cercano, que podían comprometer la entera honorabilidad del partido.

La película refleja perversiones democráticas que afectan desde tiempo atrás a todo el planeta. Los medios de comunicación son descaradamente partidistas y combaten en la arena política como uno más, mucho más preocupados en exacerbar las pasiones políticas que en esclarecer o desmentir verdaderamente los hechos. Se asiste a una
guerra mediática, que va sumando progresivamente efectivos a uno y otro lado. Es una guerra de desinformación, donde no rige la racionalidad sino el simple afán de movilizar las emociones primarias, conscientes todos de que si la emoción es verdadera el efecto siempre es verdadero (aunque el hecho al que se refiere pudiera ser falso).

La cosa envuelve su paradoja. La mujer, que enarbola cuando le interesa un "no me resigno" (no se resigna a todas aquellas cosas que quiere presentar como debilidades de su jefe y adversario político), se pliega no obstante a esta anómala y excesiva violencia de los medios de comunicación en el espacio público, que afecta a la independencia de los partidos, puesto que aspiran directamente a controlarlos. La protagonista se había servido de la prepotencia de algunos medios de comunicación afines contra su jefe político (que había reivindicado la independencia del partido frente a ellos), y ahora se queja amargamente de que los medios contrarios la combatan de frente, y de que su partido (los dirigentes a quienes ella había querido desacreditar explotando este juego perverso de los medios) la deje sola y no la defienda.

La credibilidad política de nuestra protagonista queda seriamente dañada en toda esta historia, y el final no puede ser bueno. Ya no se habla de batalla de ideas, ni siquiera de personas. No preocupa el daño hecho al partido, ni que se revienten las expectativas electorales inmediatas. A la mujer únicamente le preocupa la supervivencia personal. Tal vez ni eso. Sólo morir matando. Algunos medios afines apuntan directamente a la cabeza del jefe político, sin esperar siquiera a los resultados de esas citas electorales. O invitan abiertamente a que regrese de su retiro el emperador de la galaxia. Son las dos únicas posibilidades de salvación que tiene la protagonista. Aunque no se acabaría de entender que quien había alertado del peligro de demolición (el emperador) acudiese en rescate de la fundamental responsable de la misma (demolition woman).

La película no ha terminado. Dudo que sea apta para menores y, en todo caso, tiene muy pocos valores formativos para la educación de la ciudadanía. En España, durante los treinta años de democracia transcurridos, hemos celebrado la vuelta a la normalidad política y hasta el fin del
mito del fracaso con que hemos solido contemplar nuestra historia. Reflexionando, ciertamente se puede contemplar con algo de inquietud el hecho de que los cambios de partido en el gobierno hayan sido precedidos hasta ahora de hechos excepcionales (suicidio de UCD, colapso tardofelipista, 11-M). Lo que nos faltaba por ver es que la oposición se empeñara en autodestruirse para invalidar su capacidad de ser alternativa de gobierno en el futuro. Estamos a punto de conseguirlo, y seguramente en el mejor momento para el país.

martes, 27 de enero de 2009

Rajoy quiere, Zapatero no puede

Los ecos de la gran movida popular del fin de semana pasado -el I Foro Abierto del PP bajo el lema Queremos- han quedado amortiguados por otras movidas madrileñas y por la difusión de la entrevista con Aznar publicada el domingo en La Razón, muy comentada ayer en algunos medios. Ante el "desastre total" vaticinado por Aznar y la urgencia de reaccionar, se tiene la impresión de que Rajoy "quiere", y que Zapatero "no puede", como se pudo contemplar anoche de nuevo por TV.

Yo, la verdad, me quedo con el discurso "honoris causa" de Aznar en Valencia antes que con los titulares difundidos ayer sobre la entrevista publicada en La Razón. "Caminamos hacia la demolición", colocaba en portada La Nación, provocando la ola de comentarios de muchos lectores situados en el fondo ultra sur. Uno de ellos, respondiendo por demás a mi recordatorio de esas palabras más académicas de Aznar, decía:

CAFE 26/01/2009 19:18h
Todo lo que dice el señor Jumar Santo está muy bien. Pero la Constitución que nadie cumple de 1978 fue un tú me das yo te doy, al igual que la Transición, un edificio con malos materiales (las autonomías por ejemplo, un malísimo arquitecto Suárez y un constructor patético El Rey (a éste si le tienen cogido los espías). Mientras nos mandaba dinero a camiones la Comunidad Europea,fue muy bonito mientras duro y ahora con lo que va a venir... hay la juventud que diferencia de otras épocas, vamos a ver donde está la Constitución, el Rey y la madre que los parió a todos. ¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!

Este hombre hace una auténtica demolición del discurso de Aznar en Valencia, pero eso no impide ("está mal que un falangista como yo diga esto", confiesa) que se muestre partidario de que Aznar coja las riendas de su partido y se presente a unas elecciones: "daria confianza a la mayoría de los españoles porque el país se esta hundiendo en el desánimo..., y es que ahora mismo no hay absolutamente nadie capaz de gobernar España". No han faltado medios, de hecho, que han visto en la entrevista de Aznar, una insinuación de que podría volver a la primera línea política. Aznar debería valorar mucho más el efecto que siempre tienen sus palabras, y la necesidad de mantener el tono, si no quiere que se le vincule directamente con la “obra de demolición” que ahora denuncia.

Los ecos amplificados de Aznar pretendieron amargar la fiesta popular y el propio discurso de Rajoy en el Foro Abierto megachip y megachic del PP. Un discurso "distinto", que le salió "de las entrañas", según sus palabras, aunque muy estudiado y con mensajes en distintos frentes. El estilo obamiano del evento (movilización a través de redes sociales) se traslada al propio discurso, que, no obstante, tiene referentes mucho más domésticos. El antiguo e interesado "no me resigno" de Aguirre (excesivamente sonriente ella en esta reunión) se diluye en el "yo le reprocho" de Rajoy a Zapatero de este discurso (le reprocha de todo: la mentira, la inacción, los errores, las chapuzas, la soberbia, la facilidad con que se tira del dinero público, la desconfianza sembrada entre los españoles). Aprovecha Rajoy también para oponer a los inconsistentes "motivos para creer" de Zapatero en su campaña, un nuevo credo popular. El "creemos" de Rajoy afecta a todo... lo fundamental: a la ley, a la palabra, a la verdad, al respeto a los mayores, a la educación, a la tolerancia, y, por supuesto, al combate contra el terrorismo, a España como nación y a los valores. Que se entere también Mayor Oreja, con quien se abrazó públicamente.

Rajoy tiene interés en que los españoles, la gente, perciban que ellos (sus problemas, sus dificultades actuales) están por encima de los intereses del partido y también de los intereses de cualquier militante (Aguirre no se acaba de enterar, pero para eso está él, para asegurar también la unidad del partido "pase lo que pase"). No se le puede negar a Rajoy que "quiere". Otra cosa es que se le deje o "pueda". Pero coraje no se le puede negar. Si resiste a la doble oposición de la oposición que se le practica desde el PSOE y desde ciertos sectores de su propio partido, desde luego este hombre es un fiera.

Quien está claro que no puede es Zapatero. Si Rajoy quiere convertirse en un político megachip, Zapatero cada vez está más robotizado, no había más que verle anoche. Seguramente por miedo a que la crisis le haga estallar en mil pedazos. Percibe el malestar de los ciudadanos, aunque no le quite el sueño, según confesó anoche, pero transmite impotencia en estos momentos. Reclamar “confianza" (¿en quién?), "paciencia" (¿hasta cuando?) y "compromiso” (¿sobre qué pautas?) para superar la crisis, apelando para superar el "estado de animo" al ejemplo de nuestros “jóvenes sin complejos” que “triunfan por el mundo” en ámbitos tan asequibles para el común de los mortales como el deporte de alta competición, la arquitectura, la cocina o la ciencia es de traca.

Zapatero no puede, por muy satisfecha que esté hoy la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, por el "coraje político" mostrado anoche por el presidente. Bueno, más que "dar la cara", Zapatero tuvo la cara de andarse con disquisiciones semánticas intentando hacer comprender que una cosa son los objetivos declarados y otra los compromisos contraídos, y que él no ha faltado a nadie ni en nada. No hay como empeñarse en fortalecer la propia autoestima, cuando la gente pierde su empleo, no tiene con que alimentar a la familia, y se "hunde en el desánimo", que decía el falangista CAFE. Así no se puede.

domingo, 25 de enero de 2009

El discurso "honoris causa" de Aznar


El martes pasado, día 20, el mismo día que Obama pronunciaba su discurso de toma de posesión como nuevo presidente de Estados Unidos, el ex presidente español Aznar, y viejo amigo del ex presidente norteamericano saliente, era nombrado doctor honoris causa por la universidad privada española CEU Cardenal Herrera. Es la primera vez, si no me equivoco, que el ilustre profesor norteamericano recibe esa mención en España. La programación del evento en tan señalada fecha supongo que no pretendía eclipsar el acto ni el discurso de Obama, pero la coincidencia tampoco debe hacer pasar por alto el discurso de Aznar.

Hay quienes han pretendido desconsiderar en bloque a la institución académica, los méritos de la figura homenajeada y el discurso del ínclito personaje. La universidad en cuestión es considerada como particularmente vinculada al PP, pues no ha dejado de proporcionar algunas cabezas pensantes bien situadas dentro de la organización popular, y de ofrecer su sede como escaparate de no pocos actos del partido. Pero por mucho que pueda molestar a algunos la defensa de las raíces cristianas de Europa, esta universidad hace evocar en su mismo nombre una figura que no puede desvincularse de la generación intelectual española de 1914, Angel Herrera Oria, bien considerado por la España laica, como no tuvo reparo en reconocer Ortega y Gasset. Identificar el reconocimiento de las raíces cristianas de Europa con el tufo confesional es un grueso reduccionismo propio de nuestros laicistas excluyentes y repentinos conversos de Obama, que no han reparado aún en el tono del discurso de aquel mismo día del nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Como todo personaje controvertido, Aznar ha tenido grandes aciertos y errores. A pesar del grave desafío nacionalista al Estado que supuso el pacto de Lizarra de 1998, el PP se equivocó al vincular a partir de entonces la derrota (policial) del terrorismo (de ETA) con la derrota (política) del nacionalismo (con la consiguiente criminalización del nacionalismo democrático), forzando al PSOE durante un tiempo a seguirle en su estrategia. Esa apuesta arriesgada, que iba más allá del Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo del año 2000, fracasó claramente y se ha vuelto contra el PP (y sus posibilidades de llegar a acuerdos futuros con el nacionalismo). Asimismo, el propósito de Aznar en 2000 de dar un salto adelante en la Historia de España (el orgullo de ser español y la voluntad de sacar a España del “rincón de la Historia”) incorporaba una lógica que condujo al error de respaldar políticamente la guerra de Irak.
Es evidente que Zapatero ha cometido también grandes errores de cálculo (pacto con los independentistas catalanes, negociación con ETA, negación de la crisis) y que erronea se antoja igualmente la logica simbólica del actual presidente (empeñado en dar un salto atrás en la Historia de España con ánimo de reinterpretarla o reescribirla), pero una cosa no quita la otra. Y si Zapatero no ha reconocido sus errores, Aznar tampoco lo ha hecho, y eso que ha tenido tiempo y ocasión. Es más, su intervención en el pasado Congreso del PP de Valencia fue un ejercicio (para muchos cínico) de autojustificación absoluta de su entero periodo de gobierno, que no hizo sino dar alas al sector crítico contra Rajoy (empeñado en escenificar el cambio que le liberase del yugo que le fue impuesto a raíz del 11-M).

El nuevo discurso de Aznar en Valencia con ocasión de esta concesión del doctorado honoris causa se puede calificar, sin embargo, de impecable. Su evocación y defensa de la política y de los valores de la Transición merece toda la atención. La generación de 1978, en efecto, abrió un "caudal cívico" que ha asegurado a los españoles un "largo periodo de confianza, de ambición compartida y de éxito en común".

"Los españoles entendimos que la convivencia pacífica vale más que el cumplimiento de los objetivos partidarios de cada uno. Aprendimos a ser adversarios políticos porque renunciamos a mirarnos como enemigos". "Necesitamos recuperar una idea compartida de cómo queremos que sea nuestro país en el futuro. Necesitamos recobrar el impulso cívico que nació del pacto de la Transición y que los españoles han venido renovando desde entonces. Es preciso devolver el crédito al espíritu de concordia y el prestigio moral al consenso. Porque hemos pasado de reconocer la pluralidad a impugnar lo que nos une. Hoy se pone bajo sospecha la mera apelación a objetivos compartidos. En nuestro actual mercado político se busca rentabilizar la radicalidad, la exclusión y el extremismo beligerante contra la Constitución". "Estamos en el absurdo de considerar que el único Estado aceptable es un Estado residual". "El mejor futuro de España no llegará con un Estado residual. Es urgente asegurar la viabilidad del Estado autonómico en los términos de nuestra Constitución. La centrifugación del Estado no es una consecuencia del modelo autonómico. Es el resultado de la deslealtad. Como desleal es aprovecharse de la flexibilidad del modelo para forzar su colapso."

El recordatorio de Aznar vale para propios y extraños. Mérito fundamental de Aznar fue, a principio de los años noventa, la refundación y articulación del centro-derecha español (culminada con la dolorosa victoria final sobre el CDS de Adolfo Suárez). Una obra que peligra, fundamentalmente por los movimientos de quienes actúan dentro del PP invocando en la sombra el propio nombre de Aznar, y a quienes él ha podido indirectamente insuflar ánimos con ciertas actitudes de desdén hacia Rajoy (a quien todos se apresuran en responsabilizar de las debilidades del PP y descalifican por sus nuevas apelaciones al "centrismo"). A la vista del espectáculo actual de la Comunidad de Madrid, Aznar debe cuidar mucho más en adelante sus mensajes.

La dirigente del PP que presuntamente mejor expresa los "valores del esfuerzo y la exigencia; del respeto y del reconocimiento de la autoridad; de la búsqueda de la excelencia y la retribución del mérito frente a la gratificación instantánea; de la honradez y el trabajo productivo frente al oportunismo y las trampas", invocados por Aznar en su discurso honoris causa, se ha alzado en los últimos días como presunta amparadora de prácticas que cuestionan o niegan esos mismos valores, lo que sólo cabría explicar como manifestación preocupante de una borrachera de poder (suya o de sus colaboradores más inmediatos), y que habrá que observar atentamente para determinar si es un episodio aislado o responde a una auténtica patología política.

"Hoy, España se encuentra instalada en la crisis económica y social más grave de su historia democrática. De esta crisis nadie va a salir solo. Tenemos que liberarnos de los errores a los que nos conduce la política pequeña. Para España vuelve a ser el momento de la política con visión amplia y sentido histórico".

Estas palabras de Aznar contra la política pequeña comprometen a todos. Al partido y Gobierno de Zapatero, y al PP, que necesita presentarse y ser visto más que nunca por los españoles, sacudidos fuertemente por la crisis, como una verdadera y fiable alternativa.

viernes, 23 de enero de 2009

La carga de la prueba

Mi nota o comentario de ayer, Vuelven los espías, a propósito de la trama de espionaje en la Comunidad de Madrid, mereció alguna respuesta de los lectores de La Nación.

El amigo Alberto, pude deducir que no era Ruiz Gallardón, en un comentario anterior al mío sostuvo que el asunto estaba “meridianamente claro” y que “mientras no se muestren pruebas contundentes, que me hagan desdecirme, se trata de una evidente cortina de humo que en primer lugar beneficia al Gobierno, que en tanto nos enfanguemos en estos esperpentos, nos sustrae de criticar una situación económica pésima (Z, el incapaz, se frota las manos)”. No es el único, también lo hace Gallardón, aunque que éste “se preste a bailar el agua al desacreditado rotativo no constituye una novedad”, afirmaba nuestro Alberto, sin dejar de censurar a Gallardón porque “sin pruebas fundadas se atreve a realizar una serie de asertos demasiado aventurados, fundados exclusivamente en un relato bastante vago de El País”. Es evidente, a su juicio, que “tras este sainete se encuentra el objeto y objetivo de Esperanza Aguirre” a la que defiende y valora frente “a estos feministas de pacotilla, que con ella no les sale tanto disimulo y sí la vena machista".

Al publicar yo luego inocentemente mi comentario (escrito y publicado en estos Cuadernos con bastante anterioridad al suyo) me convertí en cómplice indeseado de los auténticos malos, por lo que, además de poner en solfa mi capacidad y rigor intelectual (en fin, ya comienzo a acostumbrarme), me retaba a que “demostrase” mis arriesgadas afirmaciones.

Alberto 22/01/2009 20:45h
Jumar, está claro que la carga de la prueba corresponde a quien eleva una acusación basada en un relato muy vago de los hechos. ¿No creemos en la presunción de inocencia, o es que las noticias de El País, un relato sin concreción alguna, es de suficiente entidad para considerarlo una verdad incontrovertible? No has refutado nada para hacer aseveraciones tan arriesgadas, que no se sostienen con un mínimo de rigor intelectual. Es curioso que Gallardón se haga eco de los rumores de Prisa, bueno, no tanto, porque forma parte de su metodología prístina, y acuse al Gobierno de Aguirre de abrigar en sus aparatos de seguridad a parafuncionarios, cuando las actividades de estas personas están muy bien delimitadas desde que se crearan en la época de Leguina. Demuestra que dedica recursos al espionaje de adversarios políticos, porque entretanto si hablamos de especulaciones, podría decirte que con esa vaguedad que le es característica a El País, acusaron a Zaplana de tráfico de influencias porque la tía-prima de la abuela tenía un bar en no sé dónde (el titular fue muy claro, pero luego lees el tenor de la noticia y te partes de la risa, porque construyen una cabecera muy acusatoria basada en la más absoluta nada).

El argumento sigue el mismo razonamiento de Esperanza Aguirre recogido por la prensa de hoy. La presidenta madrileña defiende a capa y espada a sus consejeros –“la inocencia no se tiene que probar”– y reta a quien tenga pruebas a presentarlas y, si no, que rectifiquen, porque en caso contrario los que acusan serán acusados: "el alcalde de Madrid o cualesquier otra persona que dé por buena la información que publica El País tendrá que probarlo, que demostrarlo, que rectificar, y si no tendrán que vernos en los Tribunales", la presidenta dixit. Hasta mi más ocultos pensamientos son escrutados. No sé por qué, pero de repente me ha entrado un poco de miedo, y no es que quiera sustraerme de las obligaciones ciudadanas dentro de un Estado de Derecho, pero desde luego no me corresponde a mí, pobre paria de la tierra, “demostrar” nada, pues es evidente que yo no puedo tener la “carga de la prueba”, pero eso no me impide exigir a los gobernantes la más absoluta transparencia en su comportamiento, que es lo que dije ayer. La posición claramente a la defensiva que ha adoptado la presidenta y su gobierno regional, no augura nada bueno. Que Aguirre haya justificado su ausencia del Consejo de Gobierno de ayer, con la que estaba cayendo, diciendo que tenía un acto personal comprometido desde hace tiempo, me parece inaudito. Espero que no fuera la cita con su peluquera.

Ya somos mayorcitos todos. La verdad jurídica (o jurídicamente demostrada) y la verdad política no están en el mismo plano, ni caminan juntas, como tampoco la verdad científica, la histórica o la filosófica. Que un crimen no pueda llegar a demostrase en un tribunal, como sucede tristemente de hecho a menudo, no significa que no se haya cometido. Hay evidencias documentales, y aun indicios, que admiten pocas lecturas políticas. Qué enorme casualidad que el seguimiento de Prada o Blesa haya precedido en espacio y tiempo a acontecimientos muy determinados, con destituciones personales y golpes de mano en entidades financieras incluidas, visibles y cargados de sentido político en la propia discusión pública en su momento de esos hechos. Los “hechos invisibles” que ahora comienzan a conocerse, permiten algunas deducciones inmediatas. Claro que la realidad no es siempre la que parece; y de no serlo, estaríamos en este caso ante una grandiosa conspiración. “Alguien muy poderoso” anda detrás de esto, ha afirmado curiosamente Granados, consejero de la presidencia e interior y principal sospechoso del montaje de la trama. Ya sabemos que al final, si las cosas terminan como es previsible en los tribunales, es posible que sólo se pueda determinar, atendiendo la lógica de los hechos probados, que hubo allá arriba un señor o una señora X, y que todos sepamos quien es, aunque no se haya podido demostrar.

En todo caso, dudo mucho que la cosa termine siendo como para partirse de risa, según sugiere Alberto. De hecho, a Rajoy, que ha roto su primer silencio, la cosa no le está haciendo nada de gracia. El partido ha abierto una investigación interna y el tono del comunicado que finalmente difundieron ayer, no era de broma sino bastante contundente. "De confirmarse estas informaciones, nos encontraríamos ante hechos gravísimos y unas actuaciones inadmisibles en su naturaleza, independientemente de su origen”. En una intervención por la noche, en el programa de TV El Gato al Agua, del mismo grupo Intereconomía que el periódico digital La Nación, el líder popular fue todavía más claro y apeló a que “nuestros 10.400.000 votantes y nuestros 700.000 militantes tienen derecho a que se actúe con contundencia”. Ya veremos en que queda la investigación interna del partido y si Rajoy actúa “de forma fulminante, sea quien sea”.

Pero la de Alberto no fui la única respuesta que recibió mi comentario en La Nación. Un andaluz, que había previamente sacudido Zapatero por afirmar que “el PP sabe muy bien a quién tiene que mirar” en este asunto (“ZP dedícate a trabajar que ya va siendo hora de que hagas algo, que llevas cinco años de vacaciones”, le había dicho), tuvo hacia mí una mayor consideración (que le agradezco).

Andalú
22/01/2009 23:28h
Jumar Santo, el único presidente autonómico que utilizó recursos publicos para espiar a ciudadanos fue en Andalucía en los tiempos en los que su Consejera de Economía queria infructuosamente la unificación de todas a las Cajas de Ahorro. Por cierto la consejera es ministra destrozatuneles. Aquella está demostrada y la de el País de las Mentiras no aporta datos fiables.

La verdad es que la referencia a la ministra de Fomento no me consuela. Pero ojalá tenga razón. No fuera a ser que, en contra de lo que suponía el otro día, ese grupeto formado alrededor de Aguirre además de resentidos vayan a ser efectivamente unos mafiosos.

jueves, 22 de enero de 2009

Vuelven los espías


Estrella Digital 22 enero 2009

Aguirre estudiará en el Consejo de Gobierno de hoy la trama de espionaje de la Comunidad

Blesa y Prada se suman a la trama de los cargos espiados junto a Ignacio González y Cobo

A primera hora de la mañana está previsto que se reúna el Consejo de Gobierno ordinario de la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos. El tema principal a tratar es la trama de espionaje a varios miembros del PP y del propio Gobierno de Aguirre. Y es que, según publica hoy en sus páginas el diario El País , algunos de los ex agentes que trabajan para la Consejería de Interior como asesores de seguridad de la Comunidad de Madrid espiaron en los meses previos al congreso nacional del PP en 2008 a Alfredo Prada, entonces consejero de Justicia y único miembro del Gobierno de Esperanza Aguirre que había manifestado públicamente su apoyo a Mariano Rajoy. Aquellos días, el equipo de espías de la Comunidad de Madrid vigilaba también a Manuel Cobo, vicealcalde de Alberto Ruiz-Gallardón, que mantenía posiciones muy críticas con Aguirre por la batalla que estaba dando por desbancar a Rajoy al frente del PP.

El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, podría haber sido víctima de seguimientos por parte de ex policías y ex guardias civiles en plena lucha interna por el poder en la entidad que preside, según recoge hoy el periódico El Economista que cita fuentes de la Guardia Civil. Al parecer, el seguimiento a Blesa habría tenido lugar recientemente y coincidiendo con la batalla de poder en la entidad financiera que preside, Caja Madrid, y habría sido efectuado por los mismos equipos de investigación que, presuntamente, espiaron al vicepresidente regional, Ignacio González, y al vicealcalde de la capital, Manuel Cobo.

Comentario de Jumar Santo

En Madrid, como en toda capital europea populosa, se producen robos, asesinatos, actúan mafias, hay evidentes problemas de seguridad ciudadana. Pero, al parecer, el Consejero de interior de la Comunidad de Madrid, y hombre de confianza de Aguirre (hasta el punto de que presionó, sin éxito, para que fuese incluido en la lista de Rajoy en el Congreso del PP de Valencia), dedica recursos públicos y anda ocupado con los asuntos que verdaderamente preocupan a la “jefa”: el seguimiento de hombres “peligrosos” no para los ciudadanos, ni para el sistema financiero mundial, sino para lo que son exclusivamente sus propios intereses y ambiciones políticas dentro del partido en que milita.

Una cosa es hacer frívolamente oposición de la oposición, y otra de muy distinto tenor –de confirmarse los hechos– utilizar el mismo poder público derivado del voto de los ciudadanos a unas siglas, para conculcar derechos individuales y jugar a la contra de su propio partido. Es algo que contradice las reglas del sentido común, y por supuesto de la política liberal democrática.

El asunto es feo y exige una respuesta de la dirigente popular madrileña, que sin embargo está ausente del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid reunido para tratar de esta presunta trama de espionaje. No basta negar los hechos, ni pretender que todo se deba a las pérfidas maniobras imperialistas de Prisa contra las bondades de la revolución aguirrista. Rajoy, de entrada, calla y “cree” en el desmentido de la baronesa de su partido. Todos queremos creer que ese no es el estilo de la esperanza de la derecha española. Mientras, Gallardón apunta ya a algunas cabezas. Ella es la primera interesada en que se esclarezca este asunto, que recuerda a los viejos escándalos del PSOE de González, y compromete lo quiera o no a la imagen del PP y a la confianza ciudadana en el PP. Cuidado, silencio, vuelven los espías.

Publicado también en La Nación 22/01/2009 19:27h

miércoles, 21 de enero de 2009

El discurso de Obama

La toma de posesión del presidente Barack Obama constituye un acontecimiento histórico de primer orden. La asistencia multitudinaria al acto así vino a confirmarlo. El hecho ha producido igualmente un entusiasmo inusitado en nuestro país, en la ciudadanía y, por supuesto, en la clase política y los medios de comunicación. El PSOE lo ha celebrado muy particularmente, como si hubiera accedido a la presidencia norteamericana uno de los nuestros. Sus dirigentes y los medios afines se han apresurado a valorar que el discurso pronunciado por el primer presidente de color no era neoconservador, que Obama, no es Bush. Todo un descubrimiento, qué alivio.

Lo que también está claro, es que Obama no es Zapatero. En lugar de presumir de que Obama le haya citado un par de veces (no ciertamente en el discurso de ayer, aunque igual Zapatero, delante del televisor, esperaba que lo hiciera de nuevo), o de ponerse nervioso pensando en cuando podrán disponer los españoles de la primera foto suya con Obama (el diligente Moratinos nos ha tranquilizado asegurando que será dentro del 2009), más le valdría a nuestro presidente leer con atención el discurso de su nuevo ídolo y, mirándose en ese espejo que tanto le gusta, reflexionar sobre lo que está haciendo él con España.


"Compatriotas: He venido hoy aquí, humilde por la tarea que tengo ante vosotros, agradecido por la confianza que me habéis otorgado, consciente de los sacrificios de nuestros ancestros”.

Ante el desafío que tiene planteado, Obama apela a la Nación, a Nosotros, a la Gente, que “nos hemos mantenido fieles a los ideales de nuestros ancestros, y a nuestros documentos fundacionales”. Zapatero, que comenzó de humilde frente a Aznar, ha acabado cuestionando la nación española, poniendo patas arriba la Constitución, de los ancestros sólo se acuerda de su abuelo, y el único “nosotros” que entiende es el de la lógica partidista.

En “momentos de nubarrones y fieras tormentas”, Obama no tiene inconveniente en llamar las cosas por su nombre (guerra, crisis, paro y otros indicadores). Zapatero está permanentemente abonado al pensamiento mágico: basta cambiar el nombre de las cosas para que una determinada realidad deje de existir.

“Hoy os digo que los desafíos que afrontamos son reales, son serios y son muchos”. No es Zapatero, es Obama. “No serán superados fácilmente o en un corto período de tiempo”. Aquí, sin embargo, preferimos decir que otros se equivocan cuando hacen previsiones más duras que las que el gobierno está dispuesto a admitir, como acaba de hacer doña Leire Pajín con los datos sobre España anunciados desde Bruselas por Almunia (nada sospechoso de querer fastidiar al PSOE), aunque sea siempre Solbes quien se equivoca.

“En este día, nos reunimos porque hemos escogido la esperanza sobre el miedo, la unidad de propósitos sobre el conflicto y la discordia”.

Pero Zapatero prefiere seguir explotando el miedo, la dialéctica de exclusiones, o acudir a las “falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas gastados”, que censuraba ayer Obama, porque le resultan más rentables electoralmente.

Y esto sólo es el principio del discurso.

“La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro gobierno es muy grande o muy pequeño, sino si trabaja, si ayuda a las familias a encontrar empleo con un salario decente”.

Aquí nos sobran algunos ministerios propagandísticos y tenemos serias dudas sobre todo lo demás.

“Tampoco es para nosotros una pregunta si el mercado es una fuerza del bien o del mal”.

Pues para nosotros sí. Y ya hemos hecho un juicio al capitalismo por ser responsable de la crisis. Zapatero lo ha dejado claro. No estamos realmente ante un problema económico sino “cultural”.

“En cuanto a nuestra defensa común, rechazamos como falsa la opción entre nuestra seguridad y nuestros ideales”. “Esos ideales aún iluminan el mundo, y no renunciaremos a ellos por el bien de la conveniencia”.

Horror que vuelve Bush.

“No nos disculparemos por nuestro modo de vida, ni bajaremos nuestras defensas y para quienes buscan avanzar en sus intentos por inducir el terror y la matanza de inocentes, os decimos que nuestro espíritu es más fuerte y no puede romperse, no pueden sobrevivirnos y os derrotaremos”.

No fue ésta precisamente la primera actitud de Zapatero con ETA y las víctimas del terrorismo.

“Nuestros desafíos pueden ser nuevos. Los instrumentos con los que los afrontamos pueden ser nuevos. Pero esos valores sobre los que depende nuestro éxito -el trabajo duro y la honestidad, el valor y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo- esas son cosas viejas. Esas cosas son verdaderas. Ellas han sido la fuerza subyacente del progreso a lo largo de la historia”.

En España, por el contrario, Zapatero hace gala de un relativismo post-68 que se complace en la ausencia de verdades madres y en el derecho absoluto a afirmar la diferencia, sea cual sea, a riesgo de radicalizar el proceso de atomización social y de hacer desaparecer cualquier norma de vocación universal en beneficio de los particularismos. Todos los límites son para él ilimitados. Se afana expresamente en hacer de los “valores” el nuevo campo fundamental de la batalla política. Pero esa aversión a la autolimitación acaba teniendo un precio: la propia insignificancia de la política y de los políticos.

“A las puertas de nuestros peligros comunes, en este invierno de nuestras privaciones, recordemos estas palabras eternas. Con esperanza y virtud, afrontemos una vez más las corrientes heladas, y hagamos frente a lo que traiga la tormenta. Que los hijos de nuestros hijos digan que cuando fuimos puestos a prueba, rehusamos dejar que este viaje termine, que no volvimos atrás, que no fallamos y con los ojos fijos en el horizonte y con la gracia de Dios, llevamos adelante el gran regalo de la libertad y lo entregamos de forma segura a las futuras generaciones”.

Qué lejana la comparación y qué triste sería tener que convenir en el futuro que en España Zapatero fue en gran parte el problema, e incapaz de arbitrar la solución.

martes, 20 de enero de 2009

Zapatero, líder mundial

El Confidencial Digital

Martes, 20 de enero de 2009

Zapatero está obsesionado con ser un líder mundial: afirma que Gordon Brown es “admirador suyo” y que Obama le ha citado varias veces

“Zapatero está ahora obsesionado con la política internacional”. Es lo que se escucha a personas que frecuentan al presidente del Gobierno y que le han visitado recientemente en La Moncloa.

Por lo visto, los jefes de Gobierno en España se ‘cansan’ pronto de los asuntos domésticos y, una vez superada la primera legislatura, sus objetivos se sitúan fuera del país. Les pasó a los anteriores presidentes, es decir, a Felipe González y a José María Aznar, y ahora le está ocurriendo a Zapatero. Fuentes políticas con entrada en La Moncloa, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, afirman que el presidente del Gobierno tiene sobre todo la mirada puesta en la escena internacional, porque “quiere convertirse en un líder mundial”. (…)

La presencia de Bernardino León como secretario general de la Presidencia tiene mucho que ver con todo esto. Personas que han estado recientemente con Rodríguez Zapatero, en La Moncloa, cuentan a ECD que ahora su principal tema de conversación es la situación internacional, y que acaba hablando de eso casi todo el tiempo, cualquiera que sea el tema planteado, incluso aunque se trate de la grave crisis económica en España. Algunas de esos interlocutores le han escuchado afirmar que el premier británico, Gordon Brown, es “un gran admirador suyo”. Y no deja de repetir que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “le ha citado en varias ocasiones”.


Comentario de Jumar Santo (20/01/2009) 02:40 p.m.

No se contenta nuestro presidente con haber alumbrado la gran idea del siglo XXI, la Alianza de Civilizaciones, suficiente para pasar a la Historia como un nuevo Colón por ese feliz descubrimiento. No. Aunque no sepa idiomas, y haya sido el rincón de Europa (alrededor suyo se respiraba calma y tranquilidad, silencio absoluto, en las reuniones internacionales), ahora resulta que a Zapatero le empieza a gustar la política internacional y sueña con ir del brazo de Obama y Putin en los próximos años, y de ahí al cielo.

Toda la operación de Lukoil con Repsol, además de para echar una manita a los amigos de Sacyr, que han ayudado a financiar el partido socialista con sus forradas en la construcción, servía dentro de la estrategia del Gobierno para ganarse a Putin como aliado internacional. Todo un estadista Zapatero, que por lo visto u oído ha debido ser el único líder mundial que pronosticó la victoria de Obama contra el viejo senador republicano. El reproche que dirigió Obama a McCain por no comprometerse a que en caso de ganar las elecciones lo primero que haría sería recibir a Zapatero, supuso un auténtico giro en la campaña electoral y la razón final de la victoria. Aznar tenía a Bush y a Blair. Zapatero tiene ahora a Obama, a Gordon Brown, y Putin también está a punto de rendirse a su encantadora sonrisa, que falta le hace sonreír un poco al ruso.

España se dirige a los cuatro millones de parados, pero eso no preocupa al presidente, que está muy concentrado en el tablero internacional y en convertirse en un auténtico líder mundial, ni más ni menos. ¡Que Dios nos pille confesados! (y ni eso, si se cumplieran sus deseos de laicismo excluyente, tan coherentes con su Alianza de Civilizaciones). Quien iba a decir que íbamos a terminar añorando a Felipe González, que dejó al país al borde de la incivilidad, pero al menos tenia dos dedos de frente y un mínimo y exigible sentido de Estado.

Señor Zapatero, céntrese en España, que aún le queda grande, y tal vez por eso con usted corre el peligro de echarse a perder. Atienda a sus verdaderos problemas, que no son los que nos cuenta a diario el vicesecretario general del anti-PP. Fíjese en Obama, que haciendo gala del “talante” que sin duda ha aprendido de usted, ha alabado al presidente saliente en este período de transición recordando que lo que caracteriza el funcionamiento de EE UU es su capacidad para que haya desacuerdos políticos sin perder el civismo. Lo mismo que en España. Toda una lección en la que seguro le hace reparar el nuevo secretario general de la Presidencia, Bernardino León.

domingo, 18 de enero de 2009

La faz neobarroca del PP


En el Magazine de El Mundo de hoy se publica la entrevista personal que acompaña a la foto de Soraya Sáenz de Santamaría, presentada ya en portada por el periódico días antes para lanzar la polémica. Gallineros de TV como La noria de Telecinco presentaban anoche a media docena de féminas dándose de picotazos intentando saber si la polémica levantada era excesiva, o si aún podía sacársele mucho más partido. El hecho, en todo caso, ha sorprendido a propios y extraños. Soraya ha caído en la trampa que le había preparado Pedro J., dicen unos. El PP se ha comportado igual que el PSOE con el famoso reportaje de la ministras socialistas en Vogue, que tanto criticó en su momento, recuerdan otros.

El director de El Mundo no esperó, de hecho, a la publicación de la entrevista para lanzar en su videoblog una carga de profundidad contra el PP estableciendo el simbolismo de la foto: un PP a la deriva, que se afana en aparentar lo que no es, y que por eso se aleja progresivamente de sus electores. Hoy el editorial del periódico profundiza en esa dirección. Rajoy se ha limitado a señalar (en la Ser) que su niña es muy bonita, y que tal vez fue un error criticar tanto las fotografías de las ministras de Zapatero en el Vogue.

A un político, sea varón o mujer, se le debe juzgar por lo que dice y por lo que hace en su actividad política. El "mito" de la vida privada -esa esfera queda muy reducida cuando se está en el escaparate del espacio público- no quita que uno o una tenga una vida personal y que pueda o quiera hablar de ella para satisfacer la curiosidad de la gente, pues curiosos son la mitad de los mortales, y la otra mitad vive de ellos. A Rajoy se le niegan casi todas las capacidades, pero no tiene el don de la infabilidad, gracias a Dios. No es lo mismo, señor Rajoy, lo de su Soraya y lo de las ministras de Zapatero, cuestiones estéticas al margen.

Nada impide que en la intimidad alguien pueda hablar en la lengua que quiera (a todos sorprendió que Aznar presumiera de hacerlo en catalán) o que esté como quiera, y puestos a abrirnos la puerta, seguramente se agradece que lo haga como lo hace la portavoz popular, y no que hubiese aparecido en calcetines, con la bata y los rulos puestos, que será lo que debe corresponder -a juicio de algunos comunicadores avezados- a una mujer de derechas con coraje. ¿Femme fatale? Tampoco parece el caso, no exageremos, pero esa pose al fin y al cabo tampoco sería extraña de la decadente derecha burguesa.

Lo que fue y seguirá siendo chocante es que el cuerpo femenino en bloque de un gobierno socialista que jugó y juega al giro a la izquierda, haga gala, y con el mismísimo símbolo del poder público al fondo -fotografiándose en el palacio de la Moncloa, sede del poder ejecutivo-, de las marcas de moda que están al alcance de muy pocas mujeres. Ir de favorecidas cuando pretende reverdecerse la sensibilidad más cercana a los desfavorecidos es profundamente incongruente. Posar gozosas en las escalinatas y balconadas de la Moncloa no es lo mismo que hacerlo buscando apoyo improvisado en un descansa-maletas de un hotel.

Ciertamente, la sociedad en que vivimos presenta no pocos rasgos de neobarroquismo. El autoconocimiento, las habilidades dramatúrgicas, la concesión a la emotividad como fuste decisivo de la personalidad, el entendimiento de la vida como estilo son algunos rasgos de ello. El rechazo del espacio uniforme, la importancia de lo visual frente a lo puramente racional, la exaltación de lo dinámico y vital , el lenguaje del cuerpo como prisión del alma u objeto sensual, propios del Barroco, adquieren en la actualidad un nuevo sentido y vigor. En ese sentido, la imagen de Soraya con los pies descalzos enlaza mucho más con esos valores neobarrocos (que no dejan de evocar el siglo de oro español) de la sociedad actual, que las fotos de las mujeres socialistas de Vogue, que no entro siquiera a valorar. Y desde luego se puede discutir si es preferible un PP neobarroco y laberíntico al que pretende el director de El Mundo.

Pedro J. se ha convertido en un simple cazador. Atrás han quedado los tiempos en que se distinguió como sagaz analista de la vida política española, o como director comprometido con la regeneración democrática española y dispuesto a hacer reaccionar a la sociedad civil, como sin duda lo hizo, particularmente durante el tardofelipismo. Pedro J. es ahora corresponsable de una deriva que en nada beneficia a nuestra democracia. Los propios medios de comunicación social (da igual su titularidad) han dejado de ser, por lo general, un poder crítico y neutral –el cuarto poder– y han sucumbido a la lucha estrictamente partidista: actuando dóciles o agradecidos unos al poder que les ha favorecido; y otros incluso manifestando un claro afán de dirigir a tal o cual partido.

Es en lo que anda hace tiempo Pedro J. con el PP, como antaño hizo El País con el PSOE. Y lo hace con cierto cinismo. No admite su responsabilidad y la de su periódico en haber dado alas durante la pasada legislatura a un pensamiento conspiratorio contra el PSOE, a propósito del 11-M, forzando al PP o a algunos de sus dirigentes (las caras visibles de la gestión entonces de la tragedia) a secundar esa línea de acción, que ha dividido y en todo caso perjudicado al PP haciéndole responsable de la crispación, y llevándole de nuevo a la derrota electoral de 2008 (y a la necesidad luego de prescindir de esas piezas en la maquinaria del partido: Acebes y Zaplana).

Pedro J., responsabilizando personalmente a Rajoy de la derrota, no ha cejado desde ese mismo día en cobrarse esa pieza, sin respetar tiempos ni formas, deslegitimando los procesos internos de los partidos, como si fuera él quien tuviera la responsabilidad suprema (¿ante Dios y ante la Historia?) de dirigir al centroderecha español. Un juego que al parecer le divierte a él y a algún otro periodista de la emisora de la Conferencia Espiscopal Española, y que les ocupa mucho más que la crítica al gobierno. El objetivo inmediato es Rajoy y el lema -aplicándoselo al líder popular-, el mismo que popularizara Aznar contra Felipe González: "¡Váyase señor Rajoy!".

La "trampa" a Soraya forma parte de esa nueva "conspiración" en que anda metido Pedro J. contra el presidente del PP. Con su dedo (tanto criticar el dedazo de Aznar con Rajoy) Pedro J. ya ha ungido a Esperanza Aguirre, una mujer madura que sabe lo que quiere (y que sabe a quien debe su "fuerza mediática"), y que no va con los pies descalzos sino con calcetines. Aunque le pese al Cazador, empeñado en vender la piel del oso antes de capturarlo, esa espléndida captura fotográfica no va arruinar la carrera política de la portavoz popular, ni perjudicar a Rajoy, y en contra del propósito del director de El Mundo, puede llevar a muchos a la conclusión de que el "neobarroquismo" de Rajoy-Soraya (a la falta de seducción del oso, la presencia de la fiera de su niña: la faz neobarroca del PP) es preferible al "liberalismo antipático" de Aguirre.

sábado, 17 de enero de 2009

¿China sí, Cuba no?


Mi comentario Los Barbudos contra la Calcetinera, ciertamente provocador, produjo cierto revuelo en el foro de Periodista Digital. El comentario de un lector, con alusiones directas, me daba en toda la línea de flotación.


Comentario por Kendo 16.01.09 14:06
Comentario por Jumar Santo 16.01.09 13:48

Que forma mas estúpida tienes de hacer proselitismo, venga rollo y rollo sobre lo mala que según tú es Esperanza Aguirre y nada de nada de hablar de un régimen corrupto, una dictadura que restringe todas las libertades de los cubanos hasta el punto de tratarles como a perros en cuanto a derechos, una dictadura socialista .... y por lo tanto apoyada por la izquierda que ni cree ni quiere naciones democráticas, al final siempre queda lo mismo, socialistas apoyando lo mismo a los hombres de paz de zapatero, socialistas etarras o a genocidas y dictadores socialistas como Castro. Dile a pepiño que contrate gente mas cualificada que tu, capullo.


A pesar de mis "principos" y "valores", la primera reacción mía fue cercana al exabrupto:

Comentario por Jumar Santo 16.01.09 15:24
Comentario por kendo 16.01.09 14:06

No te enteras de nada, Kapullo. Yo elijo a mis amigos, que no tienen por qué ser los tuyos, y no son en cualquier caso los que supones.

Le remití a estos Cuadernos: http://jumarsanto.blogspot.com/2009/01/el-vicesecretario-general-del-anti-pp.html).

Si hay que elegir el 50 aniversario para manifestarse contra la Cuba castrista mal. Aguirre le ha cogido el gustillo a la política propaganda del PSOE de Pepiño y no va mucho más allá, cogida de la mano de filibusteros como FJL y compañía. Lo que pretende en Caja Madrid, el poder económico a su servicio, es su "versión liberal" de la antigualla de Castro. Por favor. Lo que es la Cuba castrista, todo el mundo con dos dedos de frente lo sabe. Lo que hacen otras gobernantas que presumen de liberales, no tanto.



Al final, la entrada en escena de un espíritu libre vino a dejar las cosas en su sitio

Comentario por Liberman 16.01.09 15:43

Lo primero, no estoy de acuerdo con la dictadura castrista, pero desde luego no juego con la hipocresía que caracteriza a esta tipa.
Una vez dicho esto, decir que Esperanza ha viajado a China a hermanan Madrid con Pekín, ha disfrutado de los honores que sus colegas comunistas de la dictadura china la agasajaron en su visita al país comunista. A cambio, ha firmado con el régimen comunista chino tratados de comercio entre Madrid y China que exime de impuestos y premia a las importaciones del país comunista.
¿Por qué China si y Cuba no? La hipocresía es una característica que le supera a doña Esperanza, y quiero criticar su actitud de doble rasero con los diferentes regímenes comunistas y asesinos del mundo por intereses personales, que no le faltan como no le faltaron a Aznar.


La cosa, sin embargo, no quedó ahí. Personal muy concienciado, y nada embozado, acudió en rescate de la supuesta heroína.


Comentario por zp11m 16.01.09 17:48

Cada país tiene sus ritmos políticos. No se puede comparar China con Cuba. En Cuba antes de Castro había mucha más libertad que ahora, el nivel económico era infinitamente superior, pero en cambio todo eso lo ha destrozado un tipejo llamado Castro que se ha convertido en el dictador más longevo del mundo, si es que aún está vivo. China en cambio nunca ha sido un país moderno, y nunca ha sido más aperturista que ahora, por tanto las comparaciones no son posibles y en consecuencia Esperanza no es ninguna hipócrita, bastante hace por la democracia en China fomentando los lazos comerciales con Europa, porque la democracia ya caerá por su peso cuando China esté preparada, pero es que Cuba ha sufrido una involución por culpa de Castro, de no ser por el hoy seguramente emigraríamos los españoles a Cuba y no al revés. Para hipócritas los rojones que mucho condenar a Franco por ser un dictador y en cambio bien que alabáis a Castro, ya que la España del PSOE es el país más tibio con este régimen de toda Europa, hasta el punto de que las complicidades de ZP con el dictador de la Habana causan sonrojo en la Unión Europa.


El auténtico héroe Liberman no pudo evidentemente quedarse quieto.


Comentario por liberman 16.01.09 23:34

zp11m, tu hipocresía supera a la de Esperanza.

Dices: Esperanza no es ninguna hipócrita, bastante hace por la democracia en China fomentando los lazos comerciales con Europa, porque la democracia ya caerá por su peso cuando China esté preparada.
Como se entiende esto, cuando deje de ser el país que más asesinatos políticos comente, cuando deje de ser el país con más presos políticos, cuando deje de ser el país con más censura, con menos libertades y donde la crueldad de sus dirigentes no tiene limites.

En cuba hay más libertad, al menos pueden elegir un Dios en el que creer, en China ni eso.

Amigo, si fuera verdad lo que dices y apoyas el embargo americano, eres más cruel que Castro, ya que esos lazos comerciales que EEUU niega a Cuba, asfixian a un pueblo entero que a China si concedes.

viernes, 16 de enero de 2009

Los Barbudos contra la Calcetinera






Periodista Digital

El periódico oficial de dictadura cubana arremete contra Esperanza Aguirre

15.01.09 12:30

(PD) El diario oficial cubano Granma ha acusado en un artículo a Esperanza Aguirre de no conformarse con ser la presidenta de la Comunidad de Madrid, sino de querer "a toda costa convertirse en la principal cabecilla en la capital española de la mafia y los terroristas cubanomericanos asentados en Miami". La embajada cubana en Madrid ya publicó un comunicado con acusaciones de similar corte sin que el Gobierno haya tomado medida alguna.

Para el rotativo, Aguirre, a la que califica de "discípula del derechista José María Aznar", desea "seguir los pasos" del ex presidente "en el empeño frustrado de atacar a Cuba y hacer de sus agresiones a la isla un medio de promoverse", refiriéndose así al apoyo de la jefa del Ejecutivo madrileño a una concentración convocada en la capital el próximo 1 de febrero contra el régimen castrista.

Según destaca el diario oficial del régimen castrista, "medios políticos españoles coinciden en señalar que el empeoramiento del síndrome anticubano de la representante del PP obedece a su interés de promocionarse para lograr su anhelado objetivo de convertirse en líder de su organización y luego postularse para futura jefa de gobierno".

Además, indica que "las fuentes concuerdan que Aguirre ha recibido importantes sumas de dinero de la debilitada mafia cubanoamericana de Miami", la cual, añade, ve a la presidenta de la Comunidad como su "portavoz en Europa, como lo fue Aznar cuando fue mandatario de España entre 1996 y 2004".

Pero Granma cree que la presidenta madrileña "olvida que a Aznar le valió de poco su continuo accionar contra Cuba, como le ha ocurrido a diez mandatarios estadounidenses". "Desde ya, los augurios para Aguirre son desesperanzadores".

“Cuba de seguro cumplirá otro medio siglo de Revolución y ella terminará como lo que es hoy Aznar, un cadáver político pendiente de ser sentado en el banquillo de los acusados por su apoyo incondicional a la agresión militar norteamericana contra Irak y sin medalla de la 'Libertad' que otorga Washington", concluye.


Jumar Santo 16.01.09 11:32

La Esperanza de la Derecha Española ha sido vilmente vilipendiada por las Fuerzas Revolucionarias Cubanas. Los Barbudos se han lanzado sobre nuestra Calcetinera, que no contenta con movilizarse contra el 68 francés, ahora va a por ellos, dispuesta a amargarles la conmemoración de la revolución. Han comprometido el honor de la Baronesa con pérfidas acusaciones (como mantener “estrechos vínculos históricos” con malvados “terroristas” anticastristas). ¿Qué hacer? Aguirre exige a Moratinos su amparo. Ahora que empieza a haber buen rollito entre la lideresa madrileña y ZP, como se vio con motivo del espinoso asunto de la financiación autonómica, Aguirre pide a nuestro ministro de exteriores que condene los hechos y que haga valer su buena relación con la dictadura castrista, o al menos su autoridad ante la embajada cubana, para que procedan a las “rectificaciones correspondientes”.

Menudo papelón para Moratinos, y sobre todo para el embajador cubano. Porque dejando al margen el detalle de que sea cabecilla de terroristas y mafiosos afincados en Miami, que bueno, que sí, que huele un poco a munición de la propaganda castrista contra nuestra lideresa guerrera, a ver qué va hacer el pobre embajador obligado a posicionarse en todo el tema de la ofensiva de Aguirre contra Rajoy. Porque, es verdad, Aguirre es un killer político y conspirar dentro del PP no ha parado. La astucia e inteligencia política que ven en ella algunos, es fundamentalmente ambición personal y atención a su clientela política, lo que no son armas precisamente para alzar la bandera de la regeneración democrática, ni aquí ni fuera. Es excesivo calificar de mafiosos a su grupeto de colaboradores más íntimos, son simplemente un “club de resentidos”. Y claro, a base de acudir a las convenciones de los tories británicos y de los republicanos americanos, para imbuirse bien del neoliberalismo anticuado de los ochenta y dejar que su cabellera brille desafiante mecida por los nuevos vientos neoconservadores, pues se ha hecho notar. Y ahora le alcanzan los misiles cubanos.

Pero -que nadie me acuse de colaboracionismo con la dictadura castrista- algo de razón ya tienen los Barbudos. Doña Aguirre la Conquistadora, la “cólera del PP”, no ha dado un paso desde las pasadas elecciones de marzo que no esté a la altura de su ambición, derribar y suceder a Rajoy, y desde la presidencia del PP lanzarse al asalto del Gobierno. Se sabe ya muy bien de qué va. Va de chichonera de Aznar, porque se está dando tantos coscorrones con el muro que aunque lo agriete, acabará antes sin remedio con la cabeza abierta. Igual le viene bien para que se le oxigenen las ideas.

Lo que pretende ahora Esperanza Aguirre es “internacionalizar” el conflicto interno del PP, la guerra caínita que ella misma ha emprendido. Y esto de “internacionalizar el conflicto” son ya palabras mayores. No sabe Aguirre donde se ha metido. Yo que ella me volvía a poner los calcetines, y salía corriendo.


martes, 13 de enero de 2009

Loa de la incombustibilidad


La Nación

Empate técnico entre PP y PSOE en Andalucía

12/01/2009 19:20h

El PP andaluz está a poco más de un punto del PSOE si se celebrasen ahora elecciones en Andalucía. Así se desprende de un sondeo demoscópico realizado por IDEA.

Este estudio confirma la tendencia que ya mostraban otras encuestas y que confirman al PP andaluz como auténtica alternativa electoral en la comunidad. El PP, según esta encuesta, recortaría la diferencia de 9,6 puntos a favor del PSOE en los pasado comicios a 1,6 puntos. El PP pasaría a tener 51 escaños, pediendo cuatro escaños que le quitarían la mayoría absoluta al pasar de 56 a 52 escaños.

El PP ganaría en Almería, Córdoba, Granada y Málaga, empatando con el PSOE en Cádiz. Los populares sumarían un escaño en Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla, que perderían los socialistas.

Javier Arenas, por otro lado, es el líder más valorado on 5,15 puntos. Le siguen por detrás, Chaves, con 4,89, Diego valderas 4,10 (IU) y Pilar González 3,95 (PA)


Jumar Santo 13/01/2009 10:39h

El día que se produzca el vuelco electoral en Andalucía se acabó el PSOE y se pondrá fin a una larguísima etapa de la historia española. Alimentar el deseo es siempre una manera de fortalecer la voluntad y más en política. Javier Arenas es de lo mejorcito del PP, de los pocos que puede presumir de sus orígenes en UCD y de haber permanecido fiel a ese espíritu. No es un niñato, ni un narciso quemado que se resista a ceder su lugar a alguien con más ganas e ideas. Incombustible desde luego es, pero eso no es malo. Al final, en política, como todo en la vida, siempre se acaban teniendo las cejas (u otras partes) ennegrecidas por el humo de mil batallas. El discreto encanto de la madurez, donde reside la tenacidad y la autentica voluntad política, debería extenderse entre la clase política española. En todos los partidos.