sábado, 7 de febrero de 2009

Educación para los militares






Con una cuidada puesta en escena, rodeada de trajes militares de los siglos XVII y XVIII, la ministra de defensa Carmen Chacón presentó ayer las nuevas Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas Españolas, tras su aprobación por el Consejo de ministros. El breve acto celebrado en el Cuartel General del Ejército ha despertado ya mucha polémica.





Se trata del nuevo código ético castrense que sustituye, reformándolas o completándolas, a las Reales Ordenanzas heredadas de la etapa de la Transición, las que impulsó el general Manuel Gutiérrez Mellado, aprobadas la víspera de la entrada en vigor de la Constitución de 1978. Carmen Chacón no se contenta con ser la primera mujer Ministra de Defensa en España y quiere acelerar, con paso firme, su marcha por la Historia. Gutiérrez Mellado jugó un papel determinante en la democratización de las fuerzas armadas españolas a la salida del franquismo. Fue el gran apoyo de Adolfo Suárez, considerado un “traidor” por algunos sectores del Ejército tras la legalización del Partido Comunista en 1977. Su imagen al lado de Suárez, desafiando a los golpistas, aquel tristemente célebre 23 de febrero de 1981, constituye todo un cuadro de la historia democrática de España. Pero la ministra Chacón no quiere ser menos y se ha dispuesto a reformar en profundidad la última norma “preconstitucional” española, acomodándola a los nuevos tiempos y valores que animan a nuestros ejércitos.





El nuevo texto será a partir de ahora materia obligatoria de estudio en las academias militares. El Gobierno Zapatero no sólo ha promovido la Educación para la Ciudadanía, con una asignatura obligatoria en la escuela para nuestros hijos, sino que ese empeño civilizador va a llegar también a todos los cuarteles gracias a la Educación para los Militares. La necesidad de atender a los nuevos escenarios planteados por hechos tales como la profesionalización del Ejército, la incorporación de la mujer a las FAS o las misiones en el extranjero, permite desarrollar la nueva doctrina en el registro que más gusta al estado mayor del PSOE. Los militares tendrán que conocer, difundir y enmarcar su actuación en el «derecho internacional humanitario» (la gran Caldera socialista debe estar ya trabajando con los más prestigiosos intelectuales, juristas y demás expertos en la organización académica de esta nueva disciplina).





Las Reales Ordenanzas reformadas por el Gobierno desarrollan los principios básicos de la Ética en Operaciones de Paz, aunque hubiera sido interesante profundizar en esos mismos principios en operaciones de guerra, que por mucho que nos reviente a todos, haberla hayla (como bien saben los militares) y es brutal. Por supuesto, como enfatizó la ministra, la nueva norma subraya la protección contra la violación y cualquier forma de explotación o agresión sexual, y favorece la convivencia intercultural y la protección del patrimonio cultural de los pueblos. (El Ejército, al menos el español, es el mejor instrumento para la Alianza de Civilizaciones). Finalmente, si el militar es un servidor público deben aplicársele determinados preceptos del Estatuto del Empleado Público, y su actividad diaria no puede descuidar aspectos tales como la conciliación de la vida laboral y familiar, la prevención de riesgos laborales, el fomento del compañerismo y la integración intercultural. (Claro, que cuando se está de lleno en Operaciones de Paz esto se complica, y si son de Guerra, pues que venga la ministra y lo explique).





Y todo gracias al impulso socialista. Política propaganda fue el nombramiento de Chacón, política propaganda son las reformadas Reales Ordenanzas. Por Real Decreto, por la Soberana Voluntad de nuestro Gobierno y su estupenda ministra. Sin buscar el consenso con el PP ni con otras fuerzas políticas. La Disposición final primera de estas nuevas ordenanzas establece el título competencial y remite al artículo 149.1.4.ª de la Constitución, que atribuye al Estado la competencia exclusiva sobre Defensa y Fuerzas Armadas. Mucho haz el amor y no la guerra, pero a la hora de la verdad el Estado soy Yo (tanto siglo XVII y XVIII en la puesta en escena de la presentación del texto resultaba sospechosa) y se evita el aval parlamentario. Ni siquiera se permitieron las preguntas de los informadores, algo que se ha convertido ya curiosamente en norma entre los socialistas.





Aunque la ministra destacó el hecho de que en la elaboración de las ordenanzas fueron consultados miembros de los tres ejércitos y de todos los estamentos, de abajo a arriba, la realidad es que las nuevas ordenanzas han sido ya contestadas por Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) con descalificaciones del tenor de “auténtico fraude de ley" y "chapuza jurídica". Las expectativas que tenían muchos militares sobre el desarrollo legal de sus derechos fundamentales se ven frustradas en el hecho mismo de que se haya prescindido de la tramitación parlamentaria como ley orgánica (a lo que obliga la Constitución para cualquier regulación de derechos fundamentales). Y no les falta razón (hubiera sido la solución más garantista, estando en vigor la Constitución, lo que no era el caso de las anteriores ordenanzas de Gutiérrez Mellado, pero no se ha querido hacer, y sobre todo no se ha explicado por qué). Esto sí que es un torpedo en la línea de flotación, señora ministra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario