Mientras, y hablando de fascismo, el "culto al jefe" lo practica sin rubor la secretaria socialista Pajín con el verdadero líder Zapatero. Todos quedaron sin habla cuando ésta sugirió, señoras y señores, que alcemos nuestras miradas y estemos "atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE". No perdamos la esperanza, compañeros, si perdemos las elecciones, debió pensar; el gran día está cerca y la nueva aurora sobrevendrá (2010)."Estados Unidos y Europa, dos políticas progresistas, dos liderazgos, una visión del mundo, una esperanza para muchos seres humanos", concluyó.
Para muchos seres humanos (y aun para muchos seres vivos, que saltaron en los vientres de su madre al escuchar semejantes palabras) un ridículo espantoso fue el que hizo la mensajera. Mezquina, con todo, ha sido la prensa y la oposición con la niña de Zapatero -a la que se ha comparado con la Fiona del cuento de Shrek- convirtiéndola en el hazmerreír de la campaña. Hasta el punto de que el jefe Zapatero ha salido públicamente en su defensa afirmando que es "de lo mejor que tiene el PSOE", lo que no se sabe si no ha sido aún peor.
Cicatero ha sido también Obama al ignorar a Zapatero en su discurso en El Cairo, y referirse sólo al liderazgo turco de la Alianza de Civilizaciones, la gran idea española del siglo XXI. Hubiera sido mucho desear que Obama se detuviese en España, como ha hecho en Alemania o Francia. Pajín habría enloquecido con la foto de los dos ases del firmamento como fin de fiesta de esta campaña para las elecciones europeas. El sueño español tendrá que esperar, pero qué costaba, demonios, esa cita, ese pequeño reconocimiento a nuestro hombre, empeñado en reproducir los pasos de Aznar con Bush esta vez, sí, desde el "eje del bien".
Mezquinos, por otro lado, han sido algunos medios españoles con Obama, al cebarse con la falta de cultura histórica del presidente estadounidense cuando en ese mismo discurso el líder "planetario" se refirió a la Al-Andalus española y al ejemplo de tolerancia religiosa y de convivencia de las tres culturas (cristianos, judíos y musulmanes) que supuso, no la ciudad de Toledo, como hasta ahora solía invocarse como símbolo, sino "la historia de Andalucia y Córdoba durante la Inquisición", ni más ni menos. Los devotos de la Leyenda Negra española han debido de removerse en sus tumbas. Las anécdotas no pueden, sin embargo, ocultar el valor de esa intervención de Obama en la Universidad de Al Azhar en El Cairo, reclamando la propia colaboración del mundo musulmán para "aislar juntos a los violentos" y defendiendo tanto la necesidad del estado palestino como el propio derecho de Israel a vivir libre de cualquier amenaza de destrucción, por parte de los árabes, que no hace sino avivar la memoria del exterminio nazi.
Mezquinos, en fin, los críticos dentro del partido de Rajoy, que siguen al acecho, y sin más haber que su divina palabra se atreven a imponerle más trabajos que a Hércules. Pedro J., el cazador de El Mundo empeñado en llevar las riendas del PP desde su periódico, soltó hace unas semanas -como si de una evidencia se tratara- que todo lo que no fuera repetir los resultados de Aznar en las elecciones europeas de 1994 que precedieron a su victoria en las elecciones generales de 1996, sería un fracaso de Rajoy, que pondría de nuevo en cuestión su liderazgo al frente del partido: el listón para el actual líder popular estaría entonces en diez puntos y un millón de votos de diferencia con el PSOE. Doctrina que ha hecho suya Esperanza Aguirre, demostrando con ello que no es más que una marioneta en manos de ciertos medios de comunicación. Doctrina absurda, porque todo el mundo sabe que, en las actuales circunstancias, sólo con la mitad de esos registros (es decir, con cinco puntos y por encima del medio millón de votos el PP) sería un auténtico desastre para el PSOE y Zapatero.
Mezquino Pedro J., mezquina Esperanza Aguirre y cuantos hacen gala de simple oportunismo político. Hasta a Rosa Díez, a quien se le suponían nuevos modos y un nuevo discurso político, no le ha importado hacer de altavoz de El Mundo y la Cope a vueltas con el 11-M en algún momento de la campaña, para recalar en los votos de la derecha frenética. En eso ha demostrado mucha más altura política Mayor Oreja, cortando en seco en alguna entrevista a Pedro J. Ramírez cuando pretendió llevarle por esos derroteros, y no quiso prestarse a ello.
Cuánta mezquindad y ligereza. Y pretenden nuestra generosidad con el voto. Tan pobres, tan necesitados, tan faltos de lo necesario unos y otros para sobrevivir políticamente hablando. Producen hartazgo, mezquinos todos, y presumen de aroma almizclado en la oscuridad del silencio. Reflexionemos y votemos, o no.
Qué mosqueo llevas Jumar. Tienes razón pero serénate que te me despeinas. Deja la vehemencia para gente como yo. A ti te toca ser celui qui bat la mesure.
ResponderEliminarJumar, muy buenos tus artículos, mezclando humor, ingenio y la necesaria indignación a la que nos someten los políticos de este tiempo que nos ha tocado vivir.
ResponderEliminarMiguel