Continuamos en estado de alarma preventivo, si es que eso tiene algún sentido, pero debe tenerlo aunque se nos escape, porque sus señorías así lo han decidido, y ya se sabe que en este país Saber y Poder caminan juntos, o lo han hecho hasta ahora por obra y gracia de Zapatero. Bien es verdad que el fracaso de la Ley Sinde en el parlamento ha sembrado la alarma entre los Autores, pero -por paradójico que resulte- tal vez sea ese el camino para recuperar al Parlamento y conseguir salir del estado generalizado de alarma en el que nos encontramos.
La alarma cunde también en el PSOE al ver cómo los mercados se ceban con Zapatero y ponen a España en una situación imposible. Aquí las únicas rebajas que vienen son las de la calificación de la deuda, y el futuro se pone por las nubes, inalcanzable. Los grandes políticos del PSOE parece que sólo saben hacer política de partido y juegan a posicionarse para suceder a Zapatero, poniéndose zancadillas entre sí. Al vampiro Bono le ha dado por hablar de liebres como conspicua metáfora para referirse al sucesor.
Alaba a Rubalcaba pero quiere convertirlo en liebre que se agote para acelerar y lanzar su carrera, la de Bono, aunque diga Bono -como siempre- que se va o se autodescarta. No está Zapatero para símiles atléticos, que ni siquiera le van bien las cosas como ministro de Deportes, después de la Operación Galgo de antidopaje, que por mucho que diga el PP que fue una cortina de humo para restar portada a la débil situación de Zapatero, el hecho es que tampoco le deja bien, tanto como quiso envolverse personalmente en los logros del deporte español.
Zapatero es un ser cada vez más misterioso. Él mismo se atreve a hablar de su misterio y de su secreto. No es el de Fátima, pero para el PSOE tiene todo el aire de revelación. Lo que hará (si se presentará o no a la reelección) ya lo saben dos personas, se supone que para tranquilidad del partido y desasosiego del resto, pero el efecto está siendo el contrario, porque los ciudadanos han dado ya la espalda a Zapatero, y esas actitudes de Zapatero no hacen sino aumentar la alarma dentro del partido.
Con todo, que haya paz. Feliz Navidad y lo mejor para todos en el 2011, que con la que está cayendo es como decir que el Niño Dios te la ampare buena. Pues eso. Zapatero ha invocado el espíritu navideño para la defensa colectiva del euro. Esperemos que ese espíritu tenga también otros efectos y nos haga ponderar otros misterios seguramente mucho más reconfortantes para todos que el que encierra el insondable secreto de Zapatero, que a estas alturas no puede ser ya buena nueva para nadie, ni mal que le pese salvador siquiera para su partido.
la palabra señoría me encanta a mí
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